sábado, 24 de diciembre de 2011

Me ha tocado la lotería con Seis Minutos

Tras un túnel de malas noticias que parecían orientar hacia unas Navidades desastrosas me toca el gordo con El documental Seis Minutos. Un idea genial de un grupo de médicos de atención primaria para difundir la importancia del médico de familia.
De una forma mágica he tenido la oportunidad de participar y os aseguro que va a ser un proyecto genial.

El martes conocí a dos bohemios soñadores. Por un lado Hernán, fotógrafo, concentrado en la luz y en las sombras, en abrir y cerrar el diafragma y en conseguir que la voz no se ensucie de sonidos oscuros. Por otro lado Rober, médico de familia, volcado en una escucha productiva, entregado a las preguntas de su guión, dedicando su mirada para dejar fluir la libertad de mis palabras e ilusionado por reflejar la voz de todos. Muchas gracias por vuestra amabilidad, por esconder los obstáculos y por compartir vuestra sabiduría.

El miércoles fue la grabación con el doctor Casado. Todo un equipo Carmen, Diego, Hernán, Rober, Salvador y yo, trabajando en buscar el escenario perfecto y aportando ideas para mejorar el resultado final. Un encuentro envuelto de sentimientos y entrega.

Las palabras de Salvador Casado me dejaron sin aliento y me inundaron de ganas de superarme cada día en la consulta. Su voz volaba entre el silencio y se grababa en mi cerebro convirtiéndose en aprendizaje. El aplauso final lo decía todo.

Un proyecto lleno de esfuerzo, colaboración, emoción, libertad e ilusión, tiene el éxito asegurado.
Así que estén atentos a sus pantallas porque este documental va a cambiar la vida de muchas personas. No se lo pierdan.


domingo, 18 de diciembre de 2011

Mírame, diferénciate

Cada día me sorprende gratamente internet. Hace unos días surge en la red un proyecto llamado Mírame, diferénciate cuyo objetivo es mejorar la calidad asistencial con pequeños gestos, como una mirada. He estado leyendo la web y me encanta la idea.
Mi experiencia como medica de familia me han enseñado lo importante que es la comunicación no verbal. Es básico para conseguir la confianza del paciente, empatizar, crear un buena relación, realizar una buena anamnesis y exploración física y consecuentemente un buen diagnóstico.
Muchas veces, cuando nos perdemos en pruebas complementarias y diagnósticos inciertos, simplemente es necesario dejar el ordenador a un lado, coger las manos del paciente, mirarle a los ojos, dejar un silencio de 30 segundos y preguntar ¿Qué le pasa?.
Sinceramente, lo he hecho muchas veces, he encontrado la respuesta a las inquietudes mutuas y por lo tanto una solución.
El otro día comentaba con mis compañeras que quién se aburriese pasando una consulta de atención primaria, pasaba la consulta con los ojos cerrados. Y es que tener los ojos abiertos no implica escuchar las miradas.
Sin embargo, mirar a los pacientes da miedo. Supone implicarte, ir más allá, conocerle en su globalidad, y eso puede ser duro y requiere un esfuerzo extra. Pero la satisfacción que produce puede con todo.
Mirar a los ojos de los pacientes es una herramienta esencial para desarrollar bien mi trabajo. No puedo empezar la consulta sin mi fonendo y sin mis ojos dispuestos a buscar más allá.
Veo personas tristes, personas con dolor, personas enamoradas, personas felices, personas preocupadas, personas agradecidas, personas enfadadas, personas divertidas, personas estresadas, personas relajadas, personas dulces, personas serias...en definitiva veo personas que tengo que cuidar y para eso necesito mirar.
Si no miras profundamente a los ojos a las personas nunca sabrás lo que les pasa.
Además los pacientes también nos miran y todo lo que les podemos transmitir les influye.
El otro día tuve una consulta dura, eran las 21:05h y estaba escuchando a una paciente que venía de urgencias, tenía que decirme muchas cosas, me había estaba esperando. Hablaba e hizo una pausa y dijo, doctora, ¿Está cansada?.Así que mucho cuidado con la comunicación no verbal. Aunque hay cosas que no se pueden controlar, era verdad, estaba cansada.
Y para terminar un pequeño homenaje a una persona increíble que me enseño a mirar. Una persona silenciosa, un cuerpo espiritual, un genio de las matemáticas, un rey de la moral, un banco de generosidad, una montaña de amor y un padre absolutamente perfecto. Desde pequeña me enseño que con sólo mirarnos nos descubriríamos. Aunque últimamente nos cuesta, quizás cuando las cosas no van del todo bien, da miedo dejarse mirar.Y como dijo el otro día Elsa Punset, el amor que no se expresa no sirve de nada. Esta canción va por ti, papa.


Y que no se os olvide meteros en la web http://diferenciate.org/ porque es un proyecto que merece la pena.